Me estoy consumiendo poco a poco en el cansancio de estas horas muertas, el tiempo me ha tomado por rehén y las palabras ya no se deslizan desde el alma a mis dedos como antes; Ahora sólo sé de sueños sin historia, de no sentir la piel, y de agonizar por dentro junto a estas visiones que se agolpan por salir y escupirse en tinta sobre páginas con olor a naftalina...