jueves, 19 de agosto de 2021

Me estoy consumiendo poco a poco en el cansancio de estas horas muertas, el tiempo me ha tomado por rehén y las palabras ya no se deslizan desde el alma a mis dedos como antes; Ahora sólo sé de sueños sin historia, de no sentir la piel, y de agonizar por dentro junto a estas visiones que se agolpan por salir y escupirse en tinta sobre páginas con olor a naftalina...

sábado, 8 de febrero de 2020

Cojo el sentimiento con el puño. Lo levanto hacia el aire y lo observo. Se proyecta una fuerza destructiva e imparable, como un pegamento que revuelve mi conciencia. Y dejo que la tristeza en el núcleo se vuelva más diminuta, ignorando su presencia. Vuelvo a observar mi mano, negra como la noche, putrefacta y estéril. Mi mano que ya es pena entera, que ya está muerta.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Me soñé soñándome a mi misma, bendita y vacía, sepultada entre tinieblas.
Me soñé como una minúscula partícula de tiempo, en un intervalo de espacio tan real y violento como este mundo mío que se planta ante mi, obsoleto y congelado, sangrante como la noche.
Me soñé como llanto que humedece cabellos, como ojos sin brillo de lunas.
Me soñé silenciosa y eterna, lloviéndome, gota a gota, desde el alma hasta las manos.
¿Cómo me digo que me soñé y desperté, pero aún no sé si sigo soñando o como dijo Poe tan sólo soy un sueño dentro de un sueño?



miércoles, 24 de abril de 2019

Y ¿si nunca llegaba a contar los lunares de su piel? ¿si sus besos se secaban y las horas a su lado terminaban?
¿Y si alguien de algún más allá pagaba los precios infernales (o divinos) por tener su presencia?
¿Y si… Mañana, llegase el horror de sentirse más humana, sola y en esta realidad?

domingo, 17 de febrero de 2019


Bastaría con el abrazo eterno de esa noche, para que nuestros silencios se fundieran en nuestro silencio 
plagado de besos y misterios de puerto.
Bastarían tus ojos en los míos y tu fragmento de voz pronunciando ausencias;
Horas bastarían, aleteando en el vacío de nuestras sombrasen el brillo lejano de nuestro tú y nuestro yo.
Bastarían esos nombres que enredados en nuestra piel, se corrompen suavemente entre la carne que se libra en la carne extasiados en un rito hermoso sin máscaras ni puñales.
Bastaríamos nosotros, que manchados de tiempo dejamos huella en el sueño y los labios,
para que nuestro tú y nuestro yo vuelvan a tropezarse ahora y eternidad como un cuento de nunca acabar...

jueves, 14 de diciembre de 2017

Su maldito reflejo se fue con la luz y ese cuarto ha quedado vacío otra vez, callado, esclavo de un capricho y los cantos de sus huesos que pugnaban por parirse ya no inspiraban el aire; Pero así y todo se sintió generosa, y nuevamente presta sus alas para el vuelo cómplice a cambio que se las devuelvan ensangrentadas.
¿Pues, que ya más puede ocurrir en una mente que se apaga?

jueves, 30 de noviembre de 2017

INSTANTES

Llegué a ti con silencios en el alma, y sentí una mano acariciar mi rostro, buscar en cuencas vacías ojos que están y no están; Ojos que dejan caer sus sueños en tormentas de primavera sólo para recogerlos en el calor del invierno. Y mi corazón fue un poema escrito a fuego eterno con lágrimas de tinta que eso es lo que lloró sobre papeles... ¿Cuántas veces el alma se rompe, cuántas se recompone?